La Iglesia de San Martín constituye un elemento patrimonial de gran relevancia en la localidad. Fue construida en el siglo XIII, según consta en la lápida fundacional. Fue consagrada en 1250 por don Pedro, obispo de Astorga. Custodiada por un sencillo crucero y floridas jardineras, ha sufrido diversas remodelaciones, una de ellas reseñada en la portada, mientras en el interior destaca el retablo mayor de estilo barroco. La placa hace alusión a la repoblación de estas tierras y a la fundación de la localidad por los foramontanos que eran gentes provenientes del norte 

La pila bautismal de copa cilíndrica decorada con un bocel en el borde superior e inferior, y seis cruces incisas en el frente. Cuenta con una espadaña con remate triangular y tiene una sola nave terminada en cabecera plana y sostenida por dos robustos contrafuertes. La iglesia vive su momento de mayor esplendor el 11 de noviembre con la celebración de las fiestas patronales en honor a San Martín