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MONASTERIO DE SANTA MARÍA DE MORERUELA

Fue uno de los más influyentes pertenecientes a la Orden del Císter

El impresionante Monasterio de Santa María de Moreruela se ha convertido en el símbolo y emblema del municipio aunque se encuentra situado a cuatro kilómetros de su casco urbano junto a la orilla del río Esla

No es fácil hacerse una idea de su magnitud del edificio, hasta que el visitante no se encuentra frente a él. Aunque en ruinas, aún evoca el esplendor de su pasado ya que fue uno de los monasterios más poderosos e influyentes de la Península Ibérica durante la Edad Media. Su origen se sitúa en el siglo IX, y coincide con la construcción del Monasterio de Tábara. Los dos quedan destruidos por las tropas del caudillo musulmán Almanzor

 

El monasterio se reconstruye y se convierte en el refugio de los monjes de la zona. A mediados del siglo XII, conoce su máximo esplendor al pasar a pertenecer a la Orden del Císter, pasando a ser el primero de la Orden en España. Se convierte en uno de los focos monásticos medievales más destacados hasta que se produce la Desamortización de 1835 y los monjes abandonan el monasterio volviendo a quedar en ruinas

Hoy está declarado Monumento Histórico Artístico Nacional desde 1931 y Bien de Interés Cultural, por su valor patrimonial ya que el conjunto monacal sigue resultando impresionante

La imaginación cumple un papel importante durante la visita ya que hay que contemplar sus espacios imaginando a sus monjes blancos recorriendo cada una de sus numerosas estancias. La Iglesia es su elemento arquitectónico más representativo y eje de la vida monacal. Los monjes podían acceder a ella por la Puerta de los Conversos, la Puerta de los Monjes y la Puerta de la Sacristía

Cualquiera de ellas, los hace adentrarse en un gran espacio de espiritualidad convirtiendo a la iglesia en el edificio más destacado del conjunto junto con su emblemática Espadaña, perfectamente conservada. Hay que imaginar su grandeza observando su planta de cruz latina formada por tres naves de nueve tramos, siendo la nave central más ancha. Aún se pueden observar parte de las bases de las 18 robustas columnas que sujetaban el templo románico y que conducen hasta el ábside una verdadera joya arquitectónica

En sus muros bien conservados se pueden apreciar pequeños símbolos que representan las marcas de los canteros como serpientes, cruces o motivos geométricos. En este espacio hay que imaginar a los monjes realizando sus rezos o en momentos de recogimiento y oración

Junto a la iglesia nos adentramos en el Claustro Reglar verdadero centro de la vida social monacal y desde el que se accede a otras importantes dependencias del monasterio como la hospedería, las estancias de los monjes, la prisión, el locutorio, la hornacina, la sacristía antigua o la sala capitular

Hoy la Sala Capitular es una de las mejor conservadas, en ella los monjes se reunía diariamente para leer, tratar cuestiones sobre el dominio monástico o comentar asuntos de carácter doméstico. Es una de las estancias más importantes de la vida conventual. En ella también se realiza el enterramiento del abad

Otro de los espacios que merece la pena conocer es la Sala de los Monjes que es donde trabajan los monjes, en ella realizan la copia de textos antiguos, engrasan las botas y se rapan el pelo. En época de invierno en esta sala se instalan braseros. Desde esta sala se accedía al huerto

Muchas de las estancias restantes tienen una función doméstica como la cocina que se encontraba en el piso superior, la panera, una posible bodega, despensa e incluso un horno. En la parte superior se encuentran las celdas de los monjes, la librería, el refectorio

El monasterio también cuenta en su parte occidental con una espléndida Hospedería que alberga la portería, la celda y oficinas del abad, la botica y enfermería. En ella, los monjes hospedan y acogen a todo peregrino o viajero que llegue hasta allí, también se cuida a los monjes enfermos. Los restos que hoy se conservan de sus muros dan idea de la magnitud de sus pabellones y galerías

En sus muros bien conservados se pueden apreciar pequeños símbolos que representan las marcas de los canteros como serpientes, cruces o motivos geométricos. En este espacio hay que imaginar a los monjes realizando sus rezos o en momentos de recogimiento y oración

Recorrer el monasterio se convierte en una de las mejores experiencias si visitamos Granja de Moreruela es un espacio donde se respira paz y espiritualidad y nos hace imaginar la vida de los monjes regulada por las denominadas reglas de San Benito que constituye todo un decálogo de convivencia

Situación

49740
Granja de Moreruela ( Zamora)